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Cómo identificar y manejar situaciones estresantes (parte 1)

Actualizado: 2 abr 2020

Cualquier persona en algún momento u otro de la vida, se ha sentido bajo los efectos del estrés. A pesar de que se trata de una reacción completamente normal y necesaria frente a un cambio vital o un determinado desafío, si se prolonga en el tiempo, puede acarrear consecuencias perjudiciales para la salud (ansiedad, trastornos gastrointestinales, debilidad del sistema inmunológico, migrañas...). En esta breve entrada, vamos a aprender algunas pautas para manejarlo en nuestro día a día.


¿Estoy estresad@?


Lo primero que debemos aprender para averiguar si las situaciones vitales nos están afectando más de lo que debieran es reconocer reconocer la presencia del estrés en tu vida. Como cada persona es diferente, las formas de sentir y experimentar el estrés son también diferentes para cada uno de nosotros, puede que nos mostremos irritables, o suframos de dolores de cabeza, quizás tensión muscular en el cuello o la espalda y hombros, o puede que todo esto a la vez, según el caso. Pero, ¿qué señales del estrés hay en ti? Si aprendes a reconocerlas, te será más sencillo comenzar a manejarlo.


Es esencial identificar las situaciones que pueden ser potencialmente estresantes. Las denominamos estresores. Éstos son muy variados y pueden estar relacionados con la familia, la universidad, el instituto, el trabajo, las relaciones, el dinero o con problemas de salud.


Es necesario evitar las conductas poco o nada saludables para aliviar el estrés

Para relajarse, algunas personas recurren a comportamientos tales como comer de manera compulsiva, fumar en exceso, alcohol, consumo de drogas, dormir demasiado o no dormir lo suficiente, entre otros muchos. Pese a que estas conductas, pueden ayudar inicialmente a reducir la tensión, lo cierto es que al final, son más perjudiciales que otra cosa. Quizás, en un principio no sea fácil, pero podemos utilizar alternativas de manejo del estrés que no tengan repercusiones negativas en nuestra salud física y/o mental.


A continuación presentamos algunas de ellas, os proponemos probar cuáles pueden funcionar mejor para ti:


¿Qué cosas que no se pueden cambiar? El hecho de aceptar que no puede cambiar ciertas cosas te puede permitir dejarlas ir y así no alterarte. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que has de conducir durante hora punta, a primera hora da mañana. Pero en cambio, puedes buscar maneras de relajarse en el trayecto, como escuchar un podcast, música o leer.


Evita las situaciones potencialmente estresantes. Siempre que te sea posible, aléjate de la fuente del estrés. Por ejemplo, permítete un descanso y sal a caminar o tomar un café.


Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es una de las mejores formas manera de tratar el estrés. Durante el ejercicio, tu cerebro libera una serie de sustancias neuroquímicas que te hacen sentir bien, paralelamente, puede ayudarte a canalizar la frustración o la energía acumulada. Sería recomendable que pudieses encontrar alguna actividad física con la que disfrutes y lo pases bien, ya sea caminar, montar en bicicleta, correr, nadar o bailar, al menos media hora al día.


En la próxima entrada de nuestro blog, continuaremos presentando algunas maneras útiles para lidiar con el estrés, ese estrés que tanto nos atrapa...


Nos leemos!!



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